La geolocalización, otro fruto de la tecnología avanzada
La tecnología ha permitido que el mundo esté enteramente conectado. Me explico: mientras que en tiempos de antaño necesitábamos hacer un viaje de bastantes horas para poder ver a quienes teníamos viviendo al otro lado del charco, ahora es posible hacerlo a través de un ordenador con conexión a Internet sin necesidad de trasladarnos. De la misma manera, cuando antes teníamos que preguntar a un taxista dónde se encontraba la calle que buscábamos, ahora con un smartphone podemos estar en contacto permanente con casi cualquier servicio o producto que necesitemos sin intermediarios.
En este último sentido, podríamos decir que el smartphone es una de las múltiples alternativas de geolocalización que tenemos. Para que nos entendamos, la geolocalización hace referencia al conocimiento exacto de la ubicación geográfica en la que un usuario se encuentra en todo momento. Con ella, las posibilidades de perdernos no tienen cabida si contamos con un buen teléfono inteligente de última generación que incluya un receptor de GPS (Sistema de Posicionamiento Global) .
Pero, ¿cómo funciona la geolocalización en el smartphone cuando buscamos una calle?
En aquellos móviles con GPS, el sistema detecta de forma automática la localización en la que te encuentras al acceder a alguna de las aplicaciones de mapas disponibles en los smarthphones (Google Maps, etc). Mediante la herramienta de “mi ubicación” es posible que el GPS establezca la conexión entre tu ubicación actual y el punto al que quieres llegar, de modo que establecerá una ruta guiada que te permitirá llegar a la calle que deseas.
Si bien es cierto que el concepto de geolocalización es prácticamente nuevo, su futuro está aún por determinar, entre otras cosas porque no deja de ser otro de los frutos de la tecnología avanzada que sin duda alguna tiene aún mucho que ofrecer.